Módulo 1. Urbanismo y aporofobia
En este reto he querido centrarme en la discriminación por aporofobia, y en especial en una situación de la cual no he sido consciente hasta que he leído sobre ella.
Para ello me baso en esta Noticia RTVE
La discriminación por aporofobia es una de las más extendidas, yo misma basándome en prejuicios y estereotipos me considero reticente al trato con individuos en situación de desamparo por el miedo social que se nos hace tener.
A pesar de que en el trabajo tengo trato con personas en riesgo de exclusión y en situaciones de desamparo, no es hasta que conoces a un individuo cuando esos miedos y esos prejuicios van desapareciendo. Quitar la humanidad a un colectivo es lo que nos genera odio y miedo, y espero con el tiempo ser capaz de superarlo.
También es una discriminación tremendamente hostil, ya que como podemos ver en la noticia, casi la mitad de las personas que se encuentran en una situación de desamparo tal que les lleva a vivir en la calle, han sido víctimas de un delito de odio por razon de su condición, en la mayoria de esos casos delitos de caracter violento. En mi opinión, aunque parezca un numero muy alto estoy segura de que el porcentaje es mayor, dado que la mayoría de gente sin hogar no denuncia este tipo de vivencias, nos llegan las más desagradables.
Dicho esto, me resulta especialmente peculiar como nuestros propios organismos pueden llevar a cabo una DISCRIMINACIÓN DIRECTA como es la arquitectura hostil. Pinchos en zonas donde poder dormir como es debajo de un puente, poner sillas en vez de bancos, o de ponerlos, poner un reposabrazos en medio para evitar que alguien se tumbe.
Considero que es una discriminación directa pues se hace con conocimiento y con el fin de que estás personas no sean visibles al ojo de una persona con recursos ni afecten a la estética de los barrios.
A pesar de que podría considerarse discriminación indirecta, pues podemos pensar que en un principio un banco es neutro, pero desde que el diseño está realizado de tal forma que su único propósito sea poner obstáculos a las personas sin hogar, de manera sistematica y sin un fin estético concreto me hace decantarme por una discriminación directa, simplemente que desde un privilegio de clase no nos damos cuenta de ello.
Hablamos de discriminación indirecta cuando una norma, regla o política que aparentemente no tienen intencionalidad discriminatoria, acaban siéndolo en la práctica, pero en este caso esa discriminación es total y absolutamente consciente y esta diseñada para este fin.
Creo que una de las medidas a adoptar para evitar esta clase de discriminación es incluir en la normativa urbanística una prohibición de proyectos encaminados a este tipo de discriminación y segundo incluir en los pliegos un informe de impacto del proyecto urbanístico en las personas con menos recursos, en especial las personas sin hogar.
Aunque quede mucho por hacer ya que la aporofobia se incluye en nuestro código penal de forma tardía, en una modificación de 2021 , la base para que nuestra visión de la situación cambie empieza en la propia administración. No es lógico que un colectivo tan agresivamente discriminado, tenga como principal agresor la propia administración. La visibilidad es la principal herramienta para cualquier problema. Si como sociedad no somos capaces de ver que una persona está en situación de desamparo, vamos a pensar que esa situación no existe y por tanto toda actitud discriminatoria no va a ser perceptible pues a nuestros ojos no hay nada que discriminar.
BIBLIOGRAFÍA
Fotografía: JUAN LEMUS/ARRELS FUNDACIÓ
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